17 diciembre

HOY ADIÓS DÍA, O QUIZÁ ADIÓS

Por la mañana, me levanto muy temprano, como me ha sucedido desde que estaba en África. Desayuné con Carlos, y alrededor del mediodía me tiene acompañado por un niño a la embajada de Costa de Marfil para recoger su visa. Tarda casi una hora en llegar, el tráfico es realmente intenso. Al final, retiro esto, ya que es fundamental para mí llegar a Europa. Me lleva ver un poco la ciudad, un caos impresionante, mucha gente en las calles. Hay grandes edificios y rascacielos, Henri me dice que son los chinos los que fabrican en todas partes. De hecho, parece que los chinos construyeron ciudades enteras dentro de Angola, completamente desde cero, impresionantes.
Habiendo recogido mi pasaporte, estoy mucho más relajado, puedo partir mañana hacia Mbanza Congo, mi próxima parada antes de llegar a Kinsasha. Por la noche, toda la familia en el trabajo prepara los ñoquis y la pasta en honor. Decir adiós a todos, de hecho, me iré muy pronto cuando todos todavía estén dormidos, los hermosos días que pasaron con ellos me vienen a la mente. Carlos y su familia son la esencia del intercambio y la disponibilidad, una hermosa familia unida, que abrió las puertas de mi casa como si yo fuera uno de ellos. Carlos, me da una copia de su libro de fotos hecho con motivo del Dakar, que corrió con un pikup en 2001. Me dice que participó en la guerra interna en Angola que terminó en 2002, un personaje decididamente guapo fuera de lo común.