Hoy espero poder comprar un boleto para el ferry, Pier me acompañará, él sabe exactamente dónde se encuentra la oficina. Él trabaja hasta el final, así que espero a que me diga cuándo puede irse. Por la mañana voy con la esposa de Pier al mercado de pescado en Douala, el más grande de África Central. Una gran cantidad de peces de todos los tamaños, me sorprende la cantidad de peces que se capturan todos los días. La mayoría de las personas son amables, pero a menudo hostiles cuando se les pide que tomen una foto. La tarde se pasa relajándose afuera del jardín preparándose para la fiesta de esta noche para celebrar la víspera de Año Nuevo. Estoy muy cansado, no dormí mucho por la noche y no puedo hacerlo ni siquiera por la tarde. Duermo en un colchón que descansa en el piso de la sala de estar y el paso continuo de niños no me permite descansar. Por la noche, toda la familia va a misa, estoy demasiado cansada y lo aprovecho, ya que todos se han ido a descansar un poco. Ya he tenido la suerte de experimentar la hospitalidad en este viaje, y en esta ocasión, como en las otras, me sentí como en casa, acogido como uno de ellos.
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