10 enero

DESCANSO EN OIDAH

Anoche dormí muy poco, un par de horas, en el hotel en un terrible caos. Sin embargo, me levanto a las siete, voy a llenarme de gasolina y luego camino a la asociación para desayunar. Salimos a las nueve y media para el festival, no está lejos pero hace demasiado calor y en diez minutos llegamos a la playa. Después de una serie interminable de discursos, comenzaron los rituales, los bailes y los nativos de las aldeas con trajes y rostros coloridos, bailando y cantando, parecen casi extasiados. Alrededor de la una en punto regresamos a la asociación, comemos algo juntos y luego regresamos al hotel para tomar una ducha y descansar un poco. Mañana todos los amigos de la asociación regresarán a Italia y me iré a Kouvè en Togo, donde me esperan las monjas. Por la noche cenamos juntos y nos despedimos con la promesa de volver a vernos en Italia. Este viaje me dio otra buena experiencia, conocí a algunas personas agradables que usan sus vacaciones y su dinero para ayudar a estas mujeres y estos niños.