Por la mañana lo paso en la asociación Ensamble pur Grandir, donde Lara, Ugo, Simona, Roberta, Laila y Lara ayudan a un grupo de mujeres con sus hijos a reconstruir su futuro a través de la administración de un restaurante y un pequeño hotel, un agradable manera de empezar a vivir de nuevo. Desayunamos juntos y luego jugamos con los niños. Alrededor de la una en punto nos dirigimos al centro donde paramos en la casa de las pitones, un edificio donde cincuenta pitones, un animal venerado, son tratados y mimados. Luego vamos al museo de arte moderno, muy interesante y luego a la playa, donde mañana tendrá lugar el festival vudú. Pasamos por el camino llamado «sin retorno» desde donde los esclavos se fueron para llegar a los barcos que luego los llevarían a las plantaciones como esclavos. También hay un monumento que recuerda este terrible período. Desafortunadamente, hay muchos de estos caminos y puertas a lo largo de toda la costa de África. Volvemos a la asociación, también cenamos con Gigi Prati, un milanés que vive algunos períodos del año en Sierra Leona, él también para el festival. Estoy muy cansado, a fuerza de charlar antes de las dos, no puedo dormir.
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